¿Qué podría salir mal?

Quedas con tus amigos. Os ponéis al día. El otro día me encontré a Fulano. Mira este meme. No hay forma de encontrar trabajo. Estoy harta de mi compañera de piso. Todo va bien. Un viernes más entre amigos.

¿Qué podría salir mal?

Media hora viendo listas de las mejores series de abril. Una hora revisando las novedades de Netflix. Treinta tráilers después, eligen un clásico: La ventana indiscreta.

¿Qué podría salir mal?

Créditos iniciales. Intentas concentrarte en la película. Te atascas en un pensamiento vergonzoso sobre cómo le respondiste al saludarla. Te preguntas si tienes alguna oportunidad. Sacudes la cabeza. Revisas el móvil. Te ofrecen un porro. Piensas rechazarlo, pero te lo ha ofrecido ella. No quieres amargarles.

¿Qué podría salir mal?

Lo aceptas. Otra semana sin fumar a la basura. El último y lo dejas. Recuerdas la paranoia. Le echas la culpa a la ayuna. Te convences de que solo fue una vez. No te volverá a pasar.

¿Qué podría salir mal?

La película es demasiado lenta. El silencio te incomoda. Sacas el móvil. El protagonista observa a los vecinos con unos prismáticos. No sabes por qué lo hace. Te has perdido la mitad de la película. Escuchas susurros. Te preguntas sobre qué hablarán tan bajo. La buscas con la mirada.

¿Qué podría salir mal?

No percibe tu atención. Abres una red social cualquiera. Ninguna notificación. Guardas el móvil. Sacudes la ceniza. Vuelves a buscarla. Tu visión está bloqueada por el grandullón de tu amigo. Se inclina al mismo tiempo que tú. Pruebas reclinarte, estirando la espalda, pero tu amigo vuelve a imitar tus movimientos. Te preguntas si lo estará haciendo a propósito. Escuchas besos. Te convences de que son parte de la película. Un error de sonido. No puede estar pasando. Te sujetas la pierna. No deja de temblar. Te repites que todo está en tu cabeza. Crees que lo has dicho en voz baja. Nadie te dice nada. Te miran de reojo. Te convences de que están mirando otra cosa. Todo está en tu cabeza. No te preocupes.

¿Qué podría salir mal?

El proceso se repite. Los nervios crecen. Te olvidas de la película. Termina y no sabes lo que ha pasado. Fundido en negro. Todos se levantan. Sigues temblando. Todos te miran. Tienes la garganta trancada. Por más que quieras no puedes hablar. Nadie te pregunta qué tal estás.

Cuando te operaron del pulmón todos fueron al hospital. Te preguntaban si te dolía o si podían hacer algo por ti. Trajeron el carnaval a tu habitación.

Han pasado dos semanas desde que te aislaste. Sigues escuchando besos. La obsesión te reconcome. Crees que todos hablan de ti. Todos te miran pero nadie te habla. Todos te escuchan pero nadie te responde. Son tus amigos, pero ninguno se atreve a preguntarte si estás bien. No hay escayola que firmar. Creen que no pueden hacer nada para ayudar a alguien con problemas de salud mental.

El tiempo pasa, el silencio perdura.

¿Qué podría salir mal?