La decisión de Jaime

    Jaime cogió la documentación que le llegó al despacho. Como CEO de la compañía tenía que dar el visto bueno. Eran tres curriculum vitae que aspiraban al nuevo puesto. Todos los candidatos cumplían los requisitos, pero uno llevaba un post it pegado: ¡OJO, TIENE ANTECEDENTES PSIQUIATRICOS!, rezaba el papel amarillento junto al folio que describía las bondades del candidato. Jaime despegó el aviso, lo apartó al otro lado del escritorio y revisó las propuestas con una incomodidad conocida. El tiempo era un voraz enemigo. Buscó la justicia imposible de ese tipo de tareas. En breve comenzaba una presentación ante sus empleados y siempre se ponía un poco nervioso. Aunque el cariño y la admiración con la que respondían después los oyentes compensaba con creces.

Acató su decisión lo más rápido que pudo. Se lo comunicó al director comercial y caminó hacia el auditorio. Llevaba el post it consigo. Aquel pegajoso papelajo le había dado una idea. En sus manos se encontraba la forma perfecta de contar a todos que padecía una enfermedad mental desde hacía años..