miércoles, 12 de mayo de 2021

Sheila, balón dorado de idas y venidas

    Con 21 años se fue a vivir con un chaval algo mayor. Finalmente, después de ciertos desagradables sucesos, huyo y conoció como habitáculo la calle. Afortunadamente volvió al lugar donde nació a ser arropada y junto a su padre tuvo que hacer las maletas por sucesos injustos por parte de ciertas personas. Triste, pero cierto, incluso tuvo que cambiar de comunidad para que los sanitarios no la atosigaran con sus comienzos en Psiquiatría, hubo una señorita apellidada Lado a la cual le está muy agradecida tanto a su referente del CSM quien fue sostén y guía mientras malvivía en la cuerda floja, Hernández.

De la noche a la mañana comenzó a tener pesadillas abrumadoras, después de 2 años de silencio, lo cual fue diagnosticada con un TEPT. En aquel recurso con el tema del COVID, FUERON LLEVADOS A VACUNAR DE LA Pfizer. Llegaron al polígono y uno por uno los fueron vacunando. Llegó su turno, comprobaron la identificación y al leer Psiquiatría a cambiaron sus caras. Sheila debido a las bromas que se hicieron entre ella al paso de una compañera que padecía Esquizofrenia a su parecer, les pregunto naturalmente:

- ¿Algún Problema? -

Una de ellas tímidamente susurro:

-Yo no te veo nada extraño, y tan jovencita... -

Sheila sutilmente contestó:

-Así es, nadie está libre de tener que recurrir a este recurso por sufrimiento psíquico paralizante. -

El recurso para trabajar su trauma fue acogedor a pesar de cierta incomprensión e indignación con el informe. Valieron más los informes antiguos entregados, palabras de una desconocida que los hechos y palabras suyas tanto cercanas. Pero lucha a pesar de las barreras impuestas, soñando que algún día esto sea pasado.

En una de las luchas quiso comenzar a crear su futuro como empleada de barra en un bar, donde pedían el requisito de la mínima discapacidad (%33), esta lo cumplía.

Tras la entrevista comenzaba su día esperado. Según caminaba dirección del bar, recibió una llamada de su jefe, quien quiso ser conocedor de la causa de la discapacidad. Sheila con confianza conto que padecía un TLP. AL MINUTO ESTE SIN EXCRUPULOS ARGUMENTO:

Debo protegerte, por tu bienestar no eres contratada, aparte de que no quiero líos por tu problemática.

La enfermedad no somos nosotros, son daños colaterales que se agarran como garrapatas, en este caso la salud mental dañada. Par muchos esto es igual a locura.

Para mí la locura es esa tendencia a sentirte poderoso con un ego bien alimentado. Nuestros ancestros fueron historia, ¿A caso no vamos a aprender de ello más que en lo que el poder interesa, como los avances tecnológicos como científicos? Crecer significa tomar conciencia, y como se la haya comido el burro adiós muy buenas el progreso colectivo.

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