Hoy, como el resto de los días en el camión, tú y yo libramos una gran batalla. Ambos entendemos cómo será esto, hay días en los que terminamos rodeados de sangre y otros en los que solo nos hacemos un pequeño roce, pero aquí seguimos. Creo que comprendemos que ninguno puede ganar esto, tú siempre estarás ahí tan volátil e impredecible como siempre, al igual que yo, no nos engañemos.
Pero hoy, a diferencia de otros días, cuando la contienda finalizó, tú y yo hablamos. No es que haya sido la conversación más larga o profunda, pero siento que es la primera que tenemos una plática real. Eres más interesante de lo que pensaba y estoy dispuesta a conocerte, claro si tú también lo estás. Cuando el camión me dejó en mi destino sentí un aire de tranquilidad que hace mucho no tenía. No sé cómo se pudo dar nuestro intercambio. ¿Es por qué ambos seguimos creciendo y cambiando? ¿O por qué al fin me tomé la pastilla esta mañana?. Es claro que no sé las respuestas, pero creo que finalmente nos hemos dado esperanza, aunque sea poca y tenue, de que al final podremos coexistir en paz.
Pero hoy, a diferencia de otros días, cuando la contienda finalizó, tú y yo hablamos. No es que haya sido la conversación más larga o profunda, pero siento que es la primera que tenemos una plática real. Eres más interesante de lo que pensaba y estoy dispuesta a conocerte, claro si tú también lo estás. Cuando el camión me dejó en mi destino sentí un aire de tranquilidad que hace mucho no tenía. No sé cómo se pudo dar nuestro intercambio. ¿Es por qué ambos seguimos creciendo y cambiando? ¿O por qué al fin me tomé la pastilla esta mañana?. Es claro que no sé las respuestas, pero creo que finalmente nos hemos dado esperanza, aunque sea poca y tenue, de que al final podremos coexistir en paz.
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