lunes, 23 de mayo de 2022

Vacaciones pagadas

Querido diario:

(<<¡No puedo estar más emocionada!>>)

"Un viaje a un lugar de ensueño, rodeado de buenas vistas y además con compañeros alucinantes (o eso me comentaron). Invité a mi mejor amiga, Ana, a la que conocí con 14 años. Al principio estaba reticente, pero la distraje, o eso creo".

—Piénsalo Ana, largos paseos, sin obligaciones, ¡VACACIONES!

—¿De verdad crees que es una buena idea, Inés? —Dijo Ana.

—Hazlo por mí.

(…)

—Vamos, nos obligarán de todos modos.

"Era un día cálido de primavera, en Ourense, ciudad de calor seco y lluvia a partes iguales. Día de temperatura agradable, olor a hierba recién cortada e íbamos a…bueno…

8:30 PM

Esperamos nuestro turno hasta que nos tocó el trono…(Sí, lo habéis adivinado)…

¡¡EL TRONO QUE LLEVA AL HOTEL!!

Se podía acceder de varias formas: de manera voluntaria o por vacaciones forzosas. Nosotras optamos por la primera; la oferta era buena, días de desconexión y a gastos pagados.

Tras un trayecto un tanto extenso, tocan un timbre a espera de la apertura de una puerta metalizada. Toca bienvenida en recepción, cuando para nuestra sorpresa, aparece el rostro de Pablo, llevaba una radio y era uno de nuestros mejores amigos.

¿Casualidad? No entendíamos nada. Se suponía que era difícil entrar aquí. Llegamos a la que sería nuestra habitación sin saludarle, (a día de hoy no sabría deciros si fue vergüenza o desconcierto)".

"Al día siguiente…"

8:00 AM

"La mayoría se levanta temprano para aprovechar el día, retira las sábanas, se ducha y toca hacer la cama.

Quizás la mayor alegría de las mañanas, era escuchar la voz de nuestro compi Gabri, despertándonos a todos a las 8:58 para decirnos:"

—¡Damas y caballeros, el desayuno está listo!

"Entrando al comedor aparece Pablo de nuevo, mirándonos fijamente con una expresión que no sabría explicar, y surgió un abrazo espontáneo, de esos en los que no sabes si reír o llorar".

"Después del desayuno tocó fiesta en la sala común. Estábamos Pablo, Ana y yo. Recorrimos la sala entera bailando al son de su radio, recuerdo que sonaba "Jerusalema" e hicimos coreografía conjunta. No es por ir de sobrada, pero no tenía nada que envidiar a grandes bailarines salidos de Mira quién baila, (bueno, vale, puede que exagere un poquito), conseguimos disfrutar por un instante. Estoy segura de que los encargados del hotel, que nos veían a través de las cámaras, estaban disfrutando tanto como nosotros.

Y desde ese lugar, observando el paisaje apareció nuestra suerte. Tras los cristales inmensos un vendaval repleto de lluvia, truenos y granizo. Os prometo que fue precioso, bailando bajo la lluvia, pero sin empaparnos. Parecía una escena de "West Side Story", Mirándonos dijimos al unísono:"

—¡¡BENDITA LOCURA!!—.

"Esa misma tarde, Pablo se fue y centré mi atención en Ana. Estaba triste y yo también."

"Este diario es para ti.

Gracias por ayudarme a pensar más en mí.

Te extraño y te querré siempre,

aunque no pueda abrazarte,

en mi corazón permanecerás,

tenlo siempre presente."

No hay comentarios:

Publicar un comentario