martes, 17 de mayo de 2022

Programado para el dolor

—Sabíamos que el hecho de que esta nueva Inteligencia artificial tomara conciencia de su entorno, y de sí misma, iba a suponer la gran revolución que el mundo de la robótica asistencial esperaba. Los anteriores prototipos reaccionaban ante el fallecimiento de la persona cuidada con la frialdad que sólo aportan las variables del código binario: se está vivo o se está muerto. Es una evidencia que no ofrece alternativa alguna a su inexistencia. Los antiguos prototipos no reaccionaban de forma caótica o errática ante el fallecimiento de la persona asistida. No interactuaban de forma irregular con el entorno y mucho menos con otros seres humanos, a los que debían proteger, no sólo en cumplimiento de la Primera Ley de la Robótica, sino porque estaba en su código fuente. Ni siquiera de planteaban cuestiones probabilísticas sobre las distintas opciones vitales por las que habría discurrido la existencia del paciente, o las actividades y vivencias que podrían haber acontecido de no haberse producido el fallecimiento. El asistente artificial no elaboraba predicciones heurísticas sobre el devenir de la existencia. La pérdida de la persona a la que asistía no afectaba a su programación, ni a sus parámetros de comportamiento, porque no generaba sensación de vacío. No se rompía un vínculo: sólo acababa una función. El mundo no se hacía más grande ni más oscuro para los antiguos prototipos. La muerte simplemente entraba como una variable más en las líneas de computación y el asistente la aceptaba como parte de sus funciones.

—Entonces ¿En qué se diferenciará el comportamiento del nuevo asistente robótico que nos ofrece para nuestro hospital?

—Las últimas líneas de programación que entretejen el comportamiento de este nuevo modelo versan sobre la conciencia de pérdida.

—Disculpe, pero no alcanzo a comprender…

—Es sencillo: Este asistente robótico pasa por las fases del duelo ante la pérdida de la persona a la que atiende.

—¿Y en qué puede ayudar eso a nuestro hospital?

—No se confunda…no está diseñado para ayudares a ustedes. Está diseñado para ayudar a las familias.

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