Cuando pensamos en alguien que está pasando un duelo, pensamos en una persona que ha perdido a otra que conoce (familiar, amigo, etc.). Pero hay un duelo tabú, uno que parece que no puede ser duelo, y es el de esas madres que pierden a sus bebés antes de conocerlos, cuando todavía se está formando. Parece que ahí no puedes hacer el duelo, no tienes derecho, porque al fin y al cabo puedes volver a intentarlo. Y por eso se lo quiero dedicar a ellas, porque yo también soy una de esas "madres no madres", que después de un tratamiento de FIV, recibe la mejor noticia de su vida, que está esperando a ese bebé tan deseado, y empiezas a soñar con él. Pero un día, vas con toda tu ilusión a esa revisión donde lo verás por primera vez, pero al poco de empezar te das cuenta de que algo va mal, y es que a ese bebé que llevas dentro ya no le late su corazoncito, y te quedas en shock, no quieres aceptarlo, te vas de esa consulta y pides otra eco para demostrar que esa médico está equivocada, pero te dicen que no, que tenía razón. Y pasas a enfadarte con el mundo, y lo que es peor, contigo misma, porque algo has tenido que hacer para que esto haya pasado, pero no, no es tu culpa. Y para los demás la vida sigue, aunque la tuya parezca que se ha parado. Pero los días pasan, entre nubarrones y neblina en la mente, con momentos en los que vuelves a negar que esto haya pasado, te vuelves a enfadar contigo misma, pero siempre acaba llegando la tristeza y el llanto. Y así van pasando los días, entre conversaciones con personas que van desde un silencio incomodo por no saber que decir, a otros que te dicen de manera bienintencionada, aunque inconveniente que siempre lo vas a poder volver a intentar, que mejor ahora que no más adelante, y sí, si lo piensas fríamente seguro que tienen razón, pero no es el momento. Era mi bebé y ya no lo es, estaba planeando un futuro con él que se me truncó. Y sí, tengo derecho a hacer mi duelo, a estar triste y llorarlo el tiempo que sea necesario, hasta que los nubarrones se disipen de mi mente y vuelva a ver de nuevo poco a poco esos rayos de sol que de nuevo van calentado mi corazón y puedo sentir que ese bebé siempre será mi pequeña estrella fugaz, que la vida también sigue para mí, y que finalmente sí, tenían razón, se puede volver a intentar, pero ahora y no antes, porque ahora si estoy preparada para escucharlo, ahora puedo empezar a pensar en un futuro brillante porque estoy finalizando mi duelo. Porque sí, también he perdido a alguien a quien quería, aunque todavía no lo conociera.
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