martes, 24 de mayo de 2022

Florecer

La vida sin ti no va a ser fácil, extrañaré llegar y verte tan feliz, recibiéndome con un saludo caluroso desde la puerta, gritando de la emoción, y dando vueltas por el patio, demostrándome tu inmensa felicidad de verme, aun me niego a no verte, no hablarte, no sentirte, y aunque para mi sea más fácil, simplemente imaginar que estás en alguna parte del jardín escondida, o dormida, tengo que aceptar que no es así.

Buscando mensajes en cada atardecer, cada sonido, cada cosa inusual o sorpresa que el universo me regala, espero que seas tú, la que me dice que sigues a mi lado, que como lo hiciste por más de 10 años, sigues conmigo, y ahora sé, que me cuidas desde el cielo, sé que, si volteo arriba, la estrella más hermosa vas a ser tú, al menos eso me gusta creer. Y aunque me duele no tenerte, algo muy en el fondo sabe que estás en un lugar mejor, que ya no sufres, que me amaste como yo a ti, hasta el último momento, y aunque me hubiera gustado estar ahí para ti, la vida me jugó chueco y no quiso que eso fuera así, pero, también me gusta pensar que ese tipo de cosas pasan por algo, no sé, tal vez no hubiese podido soportar ese dolor, de verte, y no poder creerlo, no reconocerte, tal vez no soy tan fuerte como pienso.

Y podré no ser fuerte, pero prefiero eso, prefiero recordar tu mirada, tu sonrisa, tu esencia, recordarte en cada atardecer hermoso, en cada flor, en cada risa, o en cada suspiro, prefiero recordarte como siempre fuiste, tan noble y dulce como una flor y siempre con nosotros, a nuestro lado.

No tengo por qué mentir, creo que nadie estaba listo para tu partida, sin embargo, sé que por mucho tiempo te entregaste y nos diste tu vida, siempre serás mi familia, y nunca te olvidaremos. En estos últimos momentos me tocó a mi devolverte lo mucho que me diste. Gracias por enseñarme tanto, gracias por amarme tanto, gracias por cuidarme, y jamás abandonarme, y aunque hoy sé que ya no estás físicamente, sé que sigues a mi lado en cada paso que doy. Y aunque deba de seguir con mi vida, por mucho que me duela esto, por mucho que dure este duelo, sé, que todo habrá valido la pena. Porque me gusta pensar, que ahora tu serás eternamente feliz, y la luz más brillante del cielo. Gracias por todo, gracias por florecer, y jamás marchitarte.

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