Otra vez me encuentro sin poder dormir mis ojos están cansados, pero hay un dolor por dentro que es más fuerte. No sé que hacer ahora solo deseo hablar con alguien que escuche mis problemas pero no tengo con quien. Contándote mi historia quizás logres entenderme.
De pequeño era una persona tímida tenía miedo de expresar mis ideas y sentir las indiferencias de los demás era algo que no me gustaba, y lo peor llego después pues perdí a mi padre el no solo era mi padre también era mi amigo compartía momentos divertidos y agradable con él.
Mi mamá acaba de llegar la noto preocupada me dice que necesito ayuda y debo ir a terapia para superar esta depresión yo la miro y le grito ¡que no necesito ayuda ¡solamente es temporal!;en el fondo sabía que no era así ya que cada día me sentía peor. Al día siguiente, mi mamá salió a trabajar y cuando regresó tenía una caja me dijo que lo abriera así que lo abrí y se escuchó un pequeño y agudo ladrido , era un perrito de color negro tenia los ojos de ternura así que lo cargue se sentía tan cálido y me lamia la mano con su lengua tan pequeña pero ahora supe que el perrito de mirada tierna iba a ser una gran responsabilidad. No sabía dónde iba a dormir el perro así que puse mantas en su caja para que duerma ahí y lo metí en la caja y se quedó dormido. Coloqué la caja en la sala y entre a mi habitación por primera vez estaba cansado y quería dormir, así que cerré los ojos al despertarlos escucho un chillido fui hacia la sala agarre al perrito y lo puse en mi cama pues así dejaba de chillar. El perrito caminaba muy lentamente hacia mí y se quedó dormido cerca de mi acurrucado; cerré los ojos y me quedé dormido. Al día siguiente siento que alguien me lame la cara era el perro tenía hambre y no había croquetas tuve que salir a pesar que no me gustara hacerlo pues el perrito me lanzaba su mirada tierna y quien se podía resistir a esa mirada. Al salir me sentí que la gente me miraba, pero conforme iba pasando los días eso cambio me gustaba sentir el aire libre. Al regresar el perrito siempre me recibía moviendo la cola un día decidí sacarlo a pasear en eso varios niños se acercaron y me preguntaron cómo se llamaba. Le dije que se llamaba Tobi pues fue lo primero que se me vino a la mente al parecer al perrito le gusto el nombre porque movió la cola al oírme. Hoy Tobi ya no está conmigo lo extraño y le agradezco tanto, gracias al el pude sentir felicidad otra vez conseguí a muchos amigos y lo mas importante me libero de mi oscuridad .Era un gran amigo además muy fiel, siempre te recordare Tobi el perro de la mirada tierna.
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