Teo es un paciente del instituto de salud mental. Antes de enfermar pasaba sus días corriendo por las calles rodeadas de pinos, era su rutina. A Teo le rompieron el corazón y está deprimido, su gran amor lo dejó y no pudo superarlo. El estado de angustia lo llevó a dejar de comer, día a día se fue deteriorando, sumado a las horas de encierro en su habitación.
Su madre preocupada al ver pasar los días sin respuesta, busco ayuda profesional, al principio se negaba, luego accedió al ver que sus piernas no respondian, su pasión era correr bajo la luz del sol. Y su mayor frustración después de su gran desilusión fue no sentir sus piernas, no poder sostenerse en pie. Al llegar al instituto fue hospitalizado con cuadro de deshidratación, además no aceptaba la ingesta de alimentos que su madre le acercaba a diario. Los profesionales le brindaron la atención adecuada para ir compensando las falencias físicas que presentaba a raíz de no beber ni comer.
La mañana siguiente tuvo su primera entrevista con la Dra. a cargo, donde comentó el motivo por el cual se dejó ayudar. ¡Buen día Teo! ¿Sabes por qué estás aquí? Buen día Dra., si lo sé y permití la ayuda por mis piernas, porque sin ellas no soy nada, mi segunda pasión es correr y la única que me quedaba, sinceramente no quería perder lo último de mí. ¿Y la primera cuál era? (pregunta la Dra.) …hay un silencio prolongado en Teo, vuelve a reiterar la pregunta ¿Cuál era la primera de tus pasiones? ...Tímidamente responde "brindarme por completo al amor de mi vida".
Que palabras hermosas Teo, seguramente algo ocurrió con ello porque lo dices con mucha tristeza. Así es Dra., me dejó, dijo que se terminó el amor, que no siente nada por mí. Mi vida era perfecta, y se derrumbó por completo. Todas las mañanas corría a la luz del sol, me sentía pleno, feliz, soy personal trainer, Las tardes las compartía con mi gran amor, con la que pensé terminaría mis días a su lado y un día recibo la noticia que ya no me ama. Ese día fue terrible Dra., me rompió el corazón, lo desgarró. No logro superarlo, y no pensé que afectaría a mi físico de esta manera, es por ello que acepte la ayuda y aquí estoy. ¡Ayúdeme! no puedo recuperar al amor de mi vida porque debe ser mutuo, pero sí puedo recuperar la movilidad y estado óptimo de mis piernas, deseo fervientemente correr bajo el sol, me encuentro sin fuerzas ni ánimo, ver mis piernas así me destroza, ellas sí son mías, ya perdí algo importante, ¡no quiero perderme a mí! Eres valiente (responde la Dra.), vas a recuperarte y cuando menos lo imagines estarás corriendo bajo el sol. Debes estar bien nuevamente, fortalecerte y seguramente alguien más podrá ver la valentía que tienes. Recuperarás la fortaleza física y luego lentamente iras sanando tu corazón.
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