Contemplando desde la ventana, el transitar de la gente me preguntaba ¿Por qué?... Por qué se ven tan tranquilos, acaso no ven lo que yo…
Sufrir de ansiedad me estaba matando, me llamo Juliet y hace tres años perdí a mi hijo, tenía solo 7 años, Peter era mi luz, mi guía y desde ese momento todo se oscureció. Mi esposo me dejó, no tengo un trabajo estable, mi familia dice que soy paranoica, casi no me visitan y mi pequeño hogar es una cueva en la que solo se escuchan ecos del ayer.
Siempre estoy preocupada, no puedo dormir, me despierto sin poder respirar, no hablo con nadie siento que no me comprenden, a veces solo lloro, me desespero al no saber qué hacer, en estas circunstancias, esperas que alguien te susurre al oído, que todo va a pasar, que al día siguiente ya no tendrás preocupaciones, pero; al despertar estas sola y decepcionada; frotas tus manos en la cara y miras al cielo con lágrimas en tus ojos, y se te escapa de los labios "un profundo suspiro".
Estaba en un punto muerto, mi salud mental estaba desapareciendo, un día regresando del mercado, un chico me entrega un volante, habían organizado una charla para su escuela, el papel decía, "Un camino de acción y no de desesperación", el chico me sonrió y me dijo "la esperamos por favor no falte, será bonito se lo prometo" y me guiño el ojo.
Dude, pero ahí estaba, en un salón grande y gris con mucha luz, una voz dulce pero fuerte, comenzó a hablar, durante tres horas solo escuche las historias de otros como yo, los oía llorar y me reflejaba en ellos, no era la única que estaba sufriendo, no era la única con dolor, al salir, ya era de noche y el viento frío rozaba mi rostro, la dulce voz me dijo: "no estás sola", aunque no contaste tu historia, estaré aquí y te ayudare, te espero el viernes; esa sonrisa sincera la recordé toda la noche.
Estaba lloviendo pero decidí tomar mi paraguas rojo, un poco descolorido por el tiempo y dirigirme a esa escuela, pregunte por la Srta. Pring esta me miró y sonrió…
Hablamos durante una hora, y así durante los siguientes ocho meses, he encontrado en ella la inspiración para salir del hoyo hacia donde me estaba arrastrando la ansiedad, aunque todos los días encuentro obstáculos, enfocarse en vivir la vida un día a la vez, ha sido mi punto de partida, decidí hacer lo que me gusta, cambie de trabajo y ahora administro un pequeño restaurante en mi ciudad, llamo a mis padres dos veces a la semana, lo más importante, todos los viernes a las cinco de la tarde, voy a esa pequeña escuela, ahora hablo de Peter sin llorar, intercambio historias con los demás, con mi mente ocupada en lo que me gusta me estoy liberando poco a poco del yugo de la ansiedad, solo quiero decirte que "no estás solo".
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