martes, 4 de mayo de 2021

Eso

    Suena el timbre, Martha se prepara. Se mira en el espejo que está sobre el bahiut y ordena su pelo. Por alguna razón está despeinada. Se acomoda el chal y camina hacia la puerta. Son pocos pasos. Su casa es pequeña. Abre. Es su madre, trae un pequeño paquete. Entra. Se sienta en el sillón que está frente al ventanal. Es la primera en llegar. La madre parece no sentirse bien. Tose cada veinte segundos. La idea es comenzar la reunión cuando hayan llegado todos. Espera sentada y en silencio. Solo se escucha una tos de fondo, cada tanto. Suena el timbre. Martha se prepara. Se mira en el espejo que está sobre el bahiut y arregla su pelo. Por alguna razón está despeinada. Se acomoda el chal y camina hacia la puerta. Es su padre, trae un pequeño paquete. Entra. Elige sentarse bien lejos a la madre. Ni se miran. Ni se saludan. El padre parece descompuesto. Transpira y se ve pálido. Seca su boca para evitar que caiga la baba por su barbilla. Aún falta gente. El silencio continúa invadiendo el living. La tos de la madre se ha amalgamado con el ambiente. A nadie parece molestarle. Suena el timbre. Martha se prepara. Se mira en el espejo que está sobre el bahiut y acondiciona su pelo. Por alguna razón está despeinada. Se acomoda el chal y camina hacia la puerta. Es su hermano, trae un pequeño paquete. Llega retrasado. No importa. Aún falta gente para empezar la reunión. Afuera llueve. La campera está mojada, no se la saca. Piensa estar solo un momento. Entra. No saluda. Se sienta en el Butterfly que está cerca a la puerta. Prende un porro. Nadie habla. El silencio parece un invitado más. Suena el timbre. Martha se prepara. Se mira en el espejo que está sobre el bahiut y aliña su pelo. Por alguna razón está despeinada. Se acomoda el chal y camina hacia la puerta. Abre. Es John Lennon, desnudo. No está mojado. Entra. Se sienta en un banquito blanco, de un piano blanco que acaba de aparecer en un rincón. Hace crujir sus dedos y comienza a tocar Stand by me. El silencio muere. El hermano abre el paquete. Saca un encendedor, una cuchara, un pequeño sobre y una jeringa. La heroína comienza a entrar por sus venas. El padre saca una pistola y se dispara en el pecho. Una y otra vez, y otra vez, y otra vez. Su madre abre el paquete y saca tres blisters de pastillas. Comienza a tomarlas, una por una, despacio. Una por una. Sin agua. La propia saliva las hace resbalar por su lengua. Toma todas. Mientras tanto, John Lennon canta y Martha ríe. Baila y se despeina. Tira el chal sobre el piano. Luego lo toma y se lo acomoda en sus hombros. Lo vuelve a tirar. Ríe muy fuerte. Una vez más. Ahora llora. Llora despacito. Llora y ríe sin parar. La reunión comenzó. Eso ha llegado.

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