Tengo listas pegadas con cosas para hacer con esos papelitos amarillos con pegamento.
Me gusta vivir sola, pero hay veces que quiero que me ayude a recordar. Tengo que llamar a María mi ahijada de bautismo y comentarle lo que quiero hacer. Quedamos en encontrarnos a la mañana siguiente.
Al día siguiente nos encontramos. Me había anotado todo lo que tenía que decirle, lo había practicado varias veces antes.
"Vamos directo a lo que te quiero contar. Yo no tuve hijos ni familia por eso me gustaría que fueras mi heredera" digo sin respirar. "Muchas gracias, pero … ¿todo en orden? ¿Estás bien? responde. "Sí estoy bien, solo organizándome un poco. Quiero que firmemos un testamento". Me abraza, se larga a llorar. "Me alegra mucho que aceptaste!. Más tarde, a eso de las dos si podés vamos al Banco".
Escribimos el testamento. Miro por la ventana y veo un hombre y una mujer que me miran desde la esquina ¿Por qué me miran? Yo no los conozco!.
Salgo del bar y tomo un taxi. "¿Qué es ese ruido? Un auto frena al lado mío, el que me maneja es el que me miraba en el bar. Me ponen una venda en los ojos y me meten en el auto. ¡Me están secuestrando!
María estaba preocupada. Habían quedado en ir al Banco pero Jorgelina no aparecía. Fue hasta su casa. El portero le dijo que la vio salir para la clínica que va todas las semanas. Fue hasta la dirección indicada y después de mucho insistir que era pariente le confirman que es paciente por Alzheimer. Nadie había preguntado por ella en años.
Me corren la venda de los ojos. "Podría ser mi sobrino" pienso. Me tapa la boca. "Me contrataron para secuestrarte y que pidamos un rescate, pero no me gusta lo que te quieren hacer", me dice.
Me ayuda a mandarle mi ubicación desde el celular. "Ya te van a venir a buscar. Me llevo el teléfono y tu billetera, necesito la plata".
María en el momento en que estaba llamando a la policía recibe el mensaje de su madrina.
Llega al lugar indicado, una plaza y la ve sentada en un banco, mirando su celular. La notó como si hubiese envejecido desde que se juntaron en el bar hace unas horas. "Estaba preocupada por vos" me dice. Lo primero que responde Jorgleina "Me habían secuestrado pero un joven me ayudó a escaparme. Se llevó mi celular y la billetera". "No tenés ganas de comer panqueques, María?" pregunta
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