Ansiosa, triste, sin ganas de trabajar, llanto permanente …así soy… A
veces quiero tomar el medicamento y otras veces no. Pero soy buena,
soy honesta, y puedo amar.
En estos tiempos tan difíciles en los que la pandemia nos ha cambiado
para siempre, creo que ustedes son un poco como yo. Están ansiosos
porque no saben cómo va a ser el día de mañana; tristes porque la vida
les cambió sin que fuera su culpa. Pérdida del interés por la
cotidianidad como dicen los criterios del DSM, porque todo les resulta
aburrido; llanto permanente porque han perdido todo lo que no se puede
medir: las salidas con los amigos, las cenas familiares, los viajes.
A veces siento que el medicamento me hace daño, como algunos creen
que la vacuna los enferma.
No fue culpa de nadie, como no es mi culpa estar deprimida. Pero hago
mi mejor esfuerzo por vivir y no sobrevivir como supongo que lo hacen
ustedes.
Bienvenidos a mi mundo, en lo que los temores y la incertidumbre
priman sobre las certezas…
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