Cargamos las mochilas con provisiones suficientes para toda la travesía.Nuestro primer destino sería el bosque de las almohadas movedizas .Le advertí al capitán Gael ,que sería una misión difícil y atento a mis instrucciones ,con un elaborado mapa a base de pinturas de cera ,emprendimos viaje.Pasado el primer escollo,apareció ante nosotros el legendario lago tenebroso donde monstruos marinos nos miraban amenazantes.Luchamos con todas nuestras fuerzas adentrándonos en las profundidades .
Sacamos la esponja asesina y a Nessie el patito mutante,y paramos a coger fuerzas en la cantina más famosa de aquellos lares.Gael como haría el auténtico Frodo saco sus galletas favoritas envueltas en hojas de papel cuadriculado y a falta de hidromiel ,un batido de chocolate sirvió igualmente.
Así , con la panza llena ,fuimos cabalgando en sendos corceles hasta llegar al castillo encantado ,donde un dragón multicolor salió a recibirnos en zapatillas de casa ,sacando fuego de su enorme boca mientras emitía horribles sonidos guturales .En el gran libro de nuestros ancestros ,claramente decía que solamente si conocíamos la frase mágica podíamos acabar con aquel monstruo para romper el hechizo ,y tras varios intentos que no dieron resultado ,intentamos a la desesperada probar con el socorrido "ábrete sésamo " .
De pronto se hizo de noche en un segundo ,y el temido dragón que amenazaba el reino se convirtió en el rey Eduardo ,transformado hace mucho ,mucho tiempo por una malvada bruja.Cansados pero muy felices ,regresaron de nuevo al palacio ,donde la princesa Amelia les esperaba para celebrar todos juntos el regreso del monarca .Gael fue condecorado con el título de caballero ,con todos los honores en una bonita e íntima ceremonia ,donde hubo bailes ,y música a raudales cortesía del "cantajuegos",entre otros.
Nadie volvió a ver jamás a la bruja de la noche oscura ,aunque algunos dicen que fue la causante de la plaga que había asolado la comarca y que dejó sin salir a los habitantes del reino durante mucho tiempo de sus casas.Pero nunca se pudo demostrar y aunque fueron meses duros , Gael aprendió entonces que no debía tener miedo a nada ,porque era un caballero de verdad y aunque mucha gente se empeñara en decir que no era un chico normal porque entendía y veía el mundo de forma diferente a los demás , me pregunto yo ,si muchas veces ,empeñarnos men intentar ser normales nos hace perdernos las cosas que verdaderamente importan en la vida .
"Dedicado a esos grandes guerreros que cambiaron el yelmo por la mascarilla "
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