jueves, 30 de abril de 2020

Primera sesión con Alejo Norman

El paciente refiere ansiedad y culpa debido a sus trastornos de comportamiento.

Su austero auto sólo puede transitar en los carriles a ras del suelo, pero como todos se conduce sólo, y este avance tecnológico, del que hace décadas disfrutamos todos, lo hace sentirse inútil.

Rehúsa actualizar su guardarropa, cuando una persona normal lo cambia, en promedio, cada tres años, él lleva diez años utilizando la ropa de su bisabuelo, aunque tiene suficientes medios para renovar su vestimenta.

Una de las cosas más peculiares, de su trastorno de personalidad, es que sólo le gustan las mujeres que han nacido siéndolo, sin importarle la libre elección de sexo que tantas luchas ha costado a la humanidad; y todavía peor, prefiere a las mujeres con senos en forma de pera que a las que acorde al uso de nuestros tiempos tienen senos esféricos y altivos, moldeados a conciencia y sostenidos por el corsé subcutáneo; él prefiere a las mujeres del más bajo estrato social que no tienen acceso a estos avances cosméticos. (Ante estas declaraciones tuve que contenerme para no vomitar).

Analizando el caso he llegado a la conclusión de que el comportamiento y los gustos de este hombre son similares a los de un hombre nacido hace más de cien años, aunque sólo tiene treinta, igual que yo.

Será un interesante reto, para mí como psicólogo el reincorporarlo a la normalidad social y a la salud mental.

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