martes, 5 de diciembre de 2023

Mi única obligación

—¿Problemas? Tu única obligación es estudiar —dijo ella.

¿Qué problemas voy a tener yo? Si solo tengo que sacar más de un 8, siempre. ¿Por qué me voy a sentir mal? Mis padres siguen juntos, solamente pelean cada día. ¿Cómo podría preocuparme por perder a quién más quiero?

No tengo razón para sentirme mal.

—¡Venga! No seas tonto ya se te pasará —exclama.

Pero no lo entiende, no me siento bien, no puedo hacerlo, y eso hace que me sienta peor, ¿acaso algo en mí está mal? Es imposible, si mi única obligación es el instituto.

Eso es lo que me hacen creer. Pero todo se derrumba cuando saco un 6 en matemáticas.

—El examen era difícil —dicen.

Mi padre grita.

Vuelvo a llorar.

Mi madre grita.

Solo quiero que termine.

La persona que amaba, ve que no puede seguir así.

—O maduras, o me voy—dice, pero ya no lloro, no quedan lágrimas.

Llego a casa, no hay nadie.

Todo es silencio.

Me siento bien.

Podría estar así, en silencio, todo el tiempo que quisiera, pero mientras mi corazón latiera, y mis pensamientos siguieran ahí, nada estaría en silencio para mí.

Mi sangre cae. Esta era mi única obligación.

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