Sonia duda entre Ciencias y Humanidades. Aunque ahora solo piensa en si Mario la mirará o no.
Mario opina que Sonia está bastante buena. Y también Raquel. Aunque, en su día, influyen otras opciones. Como que su padre se gaste el dinero en cubatas o en la tragaperras. Que salga (o no) la especial. Que en las comidas surja el tema de sus notas. Como anoche.
En el recreo hoy Mario se separará un instante de su pandilla para hablar con Raquel. Puede que ella responda que no. Pero luego, de seguro, irán a por el rumano nuevo. Quizá para insultarle, o para escupirle. Y es probable que todos, menos Andrés, se rían.
Alexandru puede que lo cuente en la cena, aunque entonces sus padres hablarían de mudarse a otro pueblo. También es muy posible que antes, en casa, a solas, vuelva a pensar lo que pensó ayer. Incluso puede que lo haga. Aunque hay ciertas probabilidades de que hayan ido a instalar, por fin, la vitro. O quizás no.
Andrés, también callado, e introvertido, puede que hoy decida alejarse de su pandilla para hablar con Alexandru. O con algún profesor. O quizá no se atreva. Depende.
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