Estaba toda la familia lista para dormir, de repente se oye un grito desesperado de la mama, en esos momentos se apodero de ella un fuerte dolor en su cabeza y pecho, se acercaba el final, el término de una vida de abnegación, esfuerzo, trabajo, sacrificio y de mucho amor para con los suyos, ¡partió la mamá! Quede boquiabierta; lloraba, lloraba sin consuelo.
Aislada en mi cuarto sin hablar con nadie, aun rodeada de mi papa y familiares, con la rebeldía que acompaña la adolescencia sentía un abandono.
Súbitamente elegí deshacer de mi interior la tristeza y llevar la mama en los recuerdos: ¡Salí de la habitación! ¡Papá! deseo volver a la escuela, allí recibí ayuda emocional, cosa que impulso el gran cambio desde mi interior, termine mis estudios, trabaje como maestra ayudando a otros con el mismo animo que me dieron y que yo acate, es necesario buscar ayuda cuando nos encontramos en situaciones de dolor
Luego de pasar el tiempo puedo testificar que cuando estamos atravesando momentos de dolor: busco ayuda sin culpar a nadie, me hago responsable de cuidar mis pensamientos y actitud, dando un paso atrás al sufrimiento.
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