lunes, 4 de diciembre de 2023

Meraki

Antes de iniciar cada clase María escribía una frase o palabra en la pizarra, con el propósito de despertar nuestro corazón, según decía.

-A tono con la m de martes, dejo a ustedes a "Meraki", les sugiero que la apliquen en su vida-dijo María, e inmediatamente empezó con las adorables reglas de factoreo.

Al terminar la clase, mi profesora repartió en parejas un extenso número de ejercicios.

-Vaya suerte, debo trabajar con el fantasma de la clase-dije a viva voz.

"Fantasma" se llamaba Inés, era una chica callada, responsable y solitaria en extremo.

- Soy Juan, por lo rojo de mi rostro puedes llamarme "Tomate". Por favor perdóname por haberte puesto un feo apodo.

-Llámame por mi nombre. Toma, aquí anoté mi dirección, te esperó a las cuatro en punto- dijo Inés.

Con buena disposición Inés llenó mis vacíos matemáticos. Nuestro trabajó ganó la felicitación de María.

-Porqué siempre estás sola-pregunté un día a Inés.

-Vine a este colegio a medio año, los grupos estaban ya conformados. Sueño con tener una amistad sincera con quien charlar, pasear y compartir cosas propias de mi edad-dijo Inés. -Cuenta conmigo, gracias a ti y a tu vivencia del "Meraki" soy otro Juan.

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