1
Iván parecía observar fijamente la pared de la cocina. Inmóvil, serio, velados los ojos. Su padre le llamaba, Iván… Iván… pero su voz le llegaba amortiguada y lejana, como a través de un grueso muro de piedra. Solo cuando tocó su hombro suavemente y se arrodilló frente a él, consiguió Iván entender que le llamaba.
Vámonos hijo, le dijo despacio, con una sonrisa triste. Llegaremos tarde al cole.
2
La profe le estaba hablando, puso la mano en su mesa. Iván parpadeó. Toda la clase le miraba. Algunos (muchos) reían, otros tenían aquella expresión en la cara. Aquella expresión.
3
Guille fue el primero en empujarle. Después le siguieron todos. Reían y gritaban mientras Iván buscaba alguna salida en aquel bosque de brazos, piernas, abrigos y mochilas.
4
Su padre lloraba. Dime qué ha pasado hijo, qué te pasa. Iván miraba por encima de su hombro, el sol a través de los cristales formaba un arcoíris en el suelo.
Era realmente bello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario