martes, 5 de diciembre de 2023

Esperanza

Que suerte tengo hoy. Me he despertado y sé quién soy. Hace días que estaba preocupada por no encontrarme, por mirarme al espejo y no reconocerme.

Ayer, volviendo a casa de hacer unos recados, algo me impidió seguir caminando. Supe que no eran mis piernas. Pero ahí seguí, parada sin poder avanzar. No es mi memoria la que falla, pero tampoco sé que es. Al rato sentí que, si no era yo, para qué estar. Si desaparezco, lo mismo acaba este mareo incontrolable.

Últimamente pienso mucho en los gatos. Los admiro. Que animales tan valientes, independientes y encima ¡caen siempre de pie! He visto gatos aterrizar en el suelo desde un quinto piso. Jamás me pareceré a un gato. Si salto, nunca caeré ilesa. Cuando lo haga, tampoco querré salir ilesa.

Hace semanas tuve una infección de oído. Un doctor me atendió y todo acabó en cuestión de días. Que suerte sería si mi cabeza solo fuese un hueso fracturado y el doctor me pusiese una escayola. Mis amigos me dicen que no desespere, y esta vez pienso hacerles caso. ¡Ganaré la batalla!

Quiero empezar a trabajar en la biblioteca. Ojalá contrataran personas y no solo gatos ¿o al revés?

No hay comentarios:

Publicar un comentario