lunes, 4 de mayo de 2020

Matilda

Matilda se vistió con ropas caras para el carnaval. Todos la miraban. ¡Y era lógico! Ella, cada día, se vestía distinto: a veces de aeroplano, otras de mariposa, de hada o de sirena. Ese día había muchas personas y se asombró al verlas, pues ella todos los días hablaba con montañas y con el mago, con duendes y armadillos. Pero ese día de carnaval su séquito eran conejos de chocolate y patos de madera. Iba sentada en un gran ciervo de cuarzo rosado y miles de luciérnagas de luna alumbraban su camino (todos la miraban y pensó "Es por las ropas caras").

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