He vuelto a mirar mis manos, sí, una vez más, y me he sentido diferente. Me he sentido raro, extraño en mi propio cuerpo y al alzar la cabeza, apenas he reconocido lo que veo.
No, gracias a Dios, no tengo ese mal de Alzheimer que te hace olvidar todo y a todos o, por lo menos, aún no me ha llegado.
Aún así, hay algo que no va bien en mí y lo noto, cada vez con más profundidad, cada vez con más miedo, cada vez con más inseguridad, cada vez con más angustia.
Y esta dichosa pandemia lo está empeorando todo…
¿Sabéis lo que es abrir los ojos y ver la vida sintiéndote extraño?
¿Sabéis lo que es tener la sensación de estar viviendo la vida como si vieras una cinta VHS o un DVD de tu octavo cumpleaños o de un día de campo con la familia?
A mí me gustan los videojuegos y, cuando me ocurre ese "salto de la realidad", como yo lo llamo, lo que veo a través de mis ojos y percibo en mi mente, es como si jugara en primera persona a un videojuego o como si llevara unas gafas de realidad virtual.
Te sientes extraño… tan extraño…
Sientes que lo que estás viendo no es real, ni los muebles del salón, ni los pájaros saltando de una rama a otra mientras intento leer en la terraza, ni el acariciar a mi gata cuando se tumba en mi regazo, o la cara de mis padres cuando hablo con ellos…
Por eso miro mis manos, para saber que he "saltado"…
Y aunque cierre los ojos para intentar apartar de mi mente esa sensación tan angustiosa, esa visión rara de la realidad, mi propia mente me la juega y me hace continuar "disfrutando" de ese mal rato…
No es nada sencillo explicar que es lo que los expertos llaman "Trastorno de Despersonalización o de Desrealización", sobre todo, porque todas las descripciones que pudiera haceros no serían suficientes para que lo entendierais.
Para comprenderlo, tendríais que vivirlo, tendríais que sentirlo, y es algo que ni os lo deseo ni os lo recomiendo, porque a mí, esa sensación de "salirte" de tu cuerpo y observarte a ti mismo como si vieras una película de tu propio presente, me provoca mucha inquietud, mucha angustia, mucho miedo.
Y tengo miedo, mucho miedo.
Tengo miedo a que ese desvarío en mi salud mental afecte a mi alrededor.
Tengo miedo de caer en una realidad que no es la mía.
Tengo miedo a perderme en un sueño del que no pueda volver.
Tengo miedo a que el día de mañana no sea capaz ni de reconocer a mi familia, a mis amigos,… a mí mismo…
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