Será que no puedo más, será este intenso dolor.
No me juzgues, dime qué puedo hacer para recibir ayuda...No consigo levantarme, no consigo vislumbrar un atisbo de esperanza. No me digas que no me lo plantee ya que no veo otra salida.
Cada día cae sobre mí como una pesada losa y miro cómo puedo acabar con todo. Poner fin y descansar. Me ronda una y otra vez la idea del suicidio. Tengo que anclarme a algo que me haga volver a resurgir. Simplemente quiero que me escuches cuando estoy mal, que me mires, que te sientes a mi lado.
La gente se pregunta el porqué de mi estado si, aparentemente, lo tengo todo. En mi mente no tengo nada: sólo sufrimiento.
La sociedad me ha golpeado una y otra vez. Demasiadas cosas para mi frágil mente que no he podido asimilar. Porque me has insultado cuando era niña, porque me has humillado cuando estaba luchando por emerger, porque me has acosado sexualmente, porque … por tantas y tantas cosas.
Detrás de un suicidio siempre hay una o varias historias personales y después nos preguntamos: qué le pasó?, cómo pudo ser?.
Inversión pública e información en salud mental, por favor.
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