Daniel sentado en frente de su mesa de noche, su mente era un gran torbellino de lamentos, mirando al espejo fijamente, acto seguido le habla a su reflejo:
- ¿Por qué?
- Porque así ha sido siempre – responde el reflejo
- ¡Ya estoy harto!
- Tu vida ha estado marcada por mala suerte y malas decisiones
- ¿Sí?
- Así es, por esa novia a la que todo le diste y luego se fue, por ese amigo que por tu ayuda mejoró su calidad de vida y después se olvidó de ti, por esa gente a la que le tocaste la puerta y no vieron tu potencial solo por no ser de su círculo…
- No puedo más
- ¿Sientes que no puedes seguir?
- Pues, llorar ya es algo cotidiano, por eso a veces río
- La decisión es tuya
- Lo sé – finaliza Daniel Sus pasos se dirigen hacia la cocina donde toma un cuchillo y se hace dos graves heridas en sus muñecas cortando sus venas, desangrándose poco a poco a convertirse en un cadáver que sus vecinos encontraron después de tres días por el fétido olor. Cada 40 segundos alguien se quita la vida por depresión.
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