¿Quién es el culpable de que quiera terminar con esto?,¿Es responsabilidad mía?¿No me he podido adaptar? ¿O son los otros? Siendo mi vida más de ellos que mía, tengo unas ganas malditas de arrancarla de sus garras, esperando así encontrar la calma. Lo más parecido a la libertad que nunca podré sentir.
-La pobrecita quiere morir-, decía,
-¡Matarse es de cobardes!-, añadía. ¡Como si vivir resignada fuese de valientes! Esa no es la cuestión. Sin sentido para continuar, lo único que me queda es intentar que otras como yo no caigan en lo mismo, pero, ¿Cómo ayudarlas sin en realidad tienen una buena razón?
Pero ¿es justo que me quite la vida cuando la causa de mi decisión no está causada por mi inadaptabilidad, sino más bien por su propia intolerancia? Si lo hago, quizá no gane. Sin embargo ellos, consciente o inconscientemente se saldrán con la suya. ¿Voy a dejar que me quiten la vida con mis manos?. Miedo. Si. También cansancio, desorientación, desesperanza… pero no puedo permitir que se cometa un homicidio colectivo usando voluntades quebrantadas como arma. Si, hay que vivir para contar lo que es querer morir y acabar con este genocidio silencioso.
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