A la persona que está leyendo esto le pregunto: ¿tomas alguna decisión que implique ayudar a otras personas a pensar lo que tú? Me explico.
Con cierta probabilidad, muchas personas afirman estar a favor de la promoción y visibilidad de la salud mental. Sencillo. La dificultad reside en qué hacen estas personas para favorecer que esto ocurra. Complicado.
Una persona me dijo que tenía dudas de si poder considerarse feminista, porque entendía que para serlo tenía que luchar activamente a favor del feminismo. No vale con pensar, hay que actuar. Me hizo reflexionar.
¿Qué hago yo para normalizar trabajar la salud de nuestra mente? En la oficina (al ausentarme) genero silencio cuando en lugar de decir que voy al médico, cuento que tengo cita con el psicólogo. Todavía me cuesta enfrentarme al comportamiento de una persona cercana que sufre depresión, aunque trabajo el pensamiento de que cuando me hace daño no es esa persona quien habla, sino la enfermedad, porque, al fin y al cabo, es lo que es.
Trabajemos de forma consciente en promover aquello en lo que creemos para poder crear ambientes sanos. No pensemos que nuestros pequeños actos son insuficientes. Son esfuerzos que merecen la pena.
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