Termina la carta de despedida de madrugada, cuando todos duermen y le duele aún más la soledad. Lee la lista de destinatarios: sus padres, su hermana Marta, su tutora del instituto, sus mejores amigas Jessy y Lorena… Entendió que Marcos, de 2° A, ni merecía la pena ni podía hacer nada contra tantos. Rompió la carta y pensó con quién hablaría primero al día siguiente.
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