Más de un año desde la ruptura ella nunca pensó que tuviera tanta fortaleza. No podía permitirse el lujo de flaquear, principalmente por sus padres, por sus hijas y por ella misma.
El hombre que fue su pareja durante ocho años no quería dejarla marchar. Obsesionado con ella, sus mensajes daban pavor. Audios suplicando, amenazando, surrando o gritando.
Ayer me llamó llorando desconsolada. Le bloquea pero se hace cuentas nuevas para volver a acosarla. Está aterrorizada y sobrevive a base de ansiolíticos y somníferos.
Fuimos a tomar un café. Me contó que se quedó paralizada mientras echaba gasolina al coche, minutos antes de nuestra quedada. Vio un poco apartado a un hombre fumando que al principio le pareció idéntico a él. Se quedaron mirando unos segundos hasta que por fin vio que no era él. Aún así, temblaba mientras sus manos rodeaban la taza en la cafetería. Menos mal que vive a miles de kilómetros. ¿Pero, quién sabe?
Él le dice que no tenga miedo porque la ama y jamás le haría daño.
Y yo le digo a mi amiga, que alguien que te quiere, nunca te haría pasar por esto, pues preferiría que fueras feliz.
Acabo de enterarme que fui finalista. Muchas gracias 🌷
ResponderEliminar