jueves, 30 de noviembre de 2023

Yo

Por favor, no me dejes sola. Podemos hablar, volver a intentarlo. Hacer que todo vuelva a ser como antes. Sin discusiones, sin remordimientos, sin odio, sin reproches. Te prometo que quiero cambiar, convertirte en mi prioridad, acompañarte y ayudarte en los momentos de oscuridad donde la luz no encuentra su sitio. Escuchar tu voz sorda susurrando en mis oídos, mientras escribo cartas huérfanas emborronadas de sal y grafito. Apreciar cada instante contigo, incluso aquellos en los que, con irracional impotencia, desearía no haber existido.

Créeme de verdad. Eres lo único que tengo. Un preciado tesoro ignorado y tachado de locura, aun sabiendo que, sin ti, todo es nada. La columna que sostiene sobre su base, la arquitectura de una vida. El motor que impulsa un caminar firme y prospectivo y que arrastra las consecuencias de un pasado repleto de obstáculos cargados de sentido.

Por todo ello, me pido perdón. Por mi vida y por la de otros. A esas mentes que quedaron silenciadas y huérfanas de su sitio.

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