Me encantó nada más verla, su alegría contagiosa me atrapó ya el primer día. Adoraba su gracia y su energía ilimitada, aunque algunos dijeran que sus risas un poco altas y a veces a destiempo aleteaban caóticas despeinando a todos a su alrededor. Ella, en cambio, decía que eran las mariposas las que reían; y yo la creía. ¿Por qué habrían de ser las risas y no mis mariposas las que ríen?, me preguntaba risueña siguiendo un imaginario rastro de polvo de estrellas. Y tenía razón, ¿por qué no habría de ser así? ¿Porque lo dijesen los de la cuarta planta? Vaya bobada, creo que lo decían porque le tenían cierta envidia. Ya ha pasado mucho tiempo de eso, pero me encanta recordar las risas de sus mariposas y su aleteo alegre junto a mí. Sobre todo, ahora que la nombraron directora del hospital y apenas puede venir a vernos.
Blog con los relatos presentados al concurso convocado por la Plataforma “Salud Mental y Cultura”, integrada por la Unidad de Salud Mental Comunitaria del Hospital de Los Arcos-Mar Menor, las concejalías de cultura de los municipios de Los Alcázares, San Javier, San Pedro del Pinatar y Torre Pacheco, las asociaciones AFEMAR, AIKE Mar Menor y LAEC, y la Fundación entorno Slow-Proyecto Neurocultura de Torrepacheco.
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