La muerte es el principio de algo: creemos en Dios porque tenemos miedo y si nos equivocamos, hay dos posibilidades; culparlo o rogarle. Y nos justificamos en decir que solo él podrá juzgarnos y así pretendemos ser libres, pero la verdad es que tenemos miedo de serlo, pues conduce a una muerte segura, porque vamos un pasó más allá, causándonos dolor, uno que desconocemos.
Yo creía que, pasando la adolescencia, la vida sería más fácil, porque todos decían que se terminarían los cambios de humor y el sentimiento de vacío, pero todo va demasiado rápido, me he acostumbrado a correr por las calles y me dicen que no es que este deprimida, sino que ahora vivo en la realidad y que ésta es difícil, pero no tengo un lugar donde refugiarme y duele.
Últimamente me he sentido muy cansada y con sueño ¿será el trabajo? Las imágenes llegan dispersas a mi mente, como fotografías y no como videos, como si extrañara algo, pero no sé qué es, me siento como el reproche del polvo que no es aceptado: sola.
La vida no es difícil, los pensamientos sí.
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