Se lo llevaron, no era mío, pero me lo arrebataron, rota me dejaron, lo encerraron. Alivio y frustración, el miedo, pálida y sin aliento me dejó. Después de haber esquivado a la muerte con algo de suerte, después de perdernos en un infierno real, que parecía un sueño del que nuca íbamos a despertar, bofetada de realidad, cuando le robaron su libertad.
Alivio…pues mi cabeza estaba a punto de reventar en mil pedazos,de desesperada realidad
Frustración…por no haber podido devolverle la cordura y no encontrar la llave de su cerradura
Rabia...porque todo en lo que creía, parecía que se desvanecía.
Miedo...ese que te produce arcadas, que hace temblar, hasta el más minúsculo vaso sanguíneo tambalear
Y el dolor…el que te arranca el corazón, como si se te desgarrara el esternón. Sientes que te vas rompiendo por dentro, sangras inevitablemente por los ojos, en forma de lágrimas, no puedes detenerlo.
Y la fuerza...lo más importante, esa que te permite seguir hacia delante, luchando contra todo pronóstico, que te hace levantar, porque tu lucha tiene un sentido, la libertad.
Y así fue, no paré, hasta que el mismo encontró la salida del laberinto de su locura.
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