domingo, 1 de marzo de 2020

Las paranoias de Andrés

"¡Que sí Fermín! ¡Que sí! Te lo digo yo, que el mundo se ha quedado espachurraó". Todo esto lo escuchaba Fermín mientras comía las galletas que había en el platito de la mesa camilla. "Lo oí ayer en la radio. Un señor de una universidad de Madrid lo decía bien claro Después de una fase de expandirse el mundo, después de esto, el mundo se encogerá hasta quedarse como un guisante así lo escuché yo y así te lo cuento". Fermín continuaba comiendo y mirando a Andrés con los ojos como platos, entonces Andrés espetó "¿De qué te ríes?, ¡deja ya de comer las puñeteras galletas!" Y de golpe y porrazo agarró el platito de galletas y lo dejó en la tapa de la librería lejos de las manos de Fermín. Al oír este barullo entró en la salita la señora de Andrés y preguntó "¿Qué es lo que pasa aquí? ¡Todas esas voces!" "Este que es tonto. Le estoy diciendo que ayer oí en la radio que el mundo estaba espachurraó y mírale no hace más que comer galletas y reírse". La señora de Andrés cogió el platito de galletas y lo volvió a colocar en la mesita, le hizo una seña a Fermín y entonces para tranquilizar a Andrés le dijo "¡Espachurraó! ¡Tú si que estás espachurraó! Dices que lo oíste en la radio. ¿Cuántas veces te he dicho que no te quedes hasta las tantas escuchando esos programas? Todo lo que dicen allí te lo crees y luego lo interpretas a tu manera. ¿Te has tomado las pastillas de después de la merienda?" Andrés no contestó, la señora se quedó en silencio y después de un rato se fue. Andrés miró a Fermín (quien volvía a comer galletas una tras una) y dijo por lo bajo: "este gilipollas".

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