sábado, 21 de marzo de 2020

El espejo del alma


Escribía.


Aquella era la única manera que tenía de entrar en un estado de equilibrio sin imitar torpemente un estado de meditación convencional, el sonido lacerante de la punta de su lapiz sobre la hoja sustituía al de la brisa que por cierto asediaba su ventana. En ese estado podía acumular la concentración que servía de combustible para su inspiración. Él rememoraba el pasado afanado a la idea de que la respuesta que buscaba se encontraba en los confines del tiempo. Romper aquella barrera era su prueba en esa oportunidad y respaldado por su doctora y amiga; se le delegó su cumplimiento si o si. Como avance en el proceso de recuperación contra el estrés crónico.


- "El esfuerzo se hace satisfactorio porque permite alcanzar logros, diseña tu vida haciendo lo que te gusta, logra cosas pequeñas cada día"


- "Antes de ser extraordinario recuerda que primero debes empezar por algún lado"


- "Las personas más felices del mundo, son aquellas que viven con propósito"


Sus manos temblaron en ese preciso instante cuando cuadraba la última oración, para dejarla como parte del guion que había creado con una recopilación de los mejores consejos de su padre dichos a su persona. Este método era su propia forma de auto-medicarse de forma responsable. Cuando analizaba el camino de la solidez emocional, siempre reparaba en este su mejor ejemplo pero carecía de la sabiduría terrenal presente en su progenitor por lo que se entregaba a la herencia dejada en contrapartida por su madre: la Fe. No para resguardarse en ella, sino para renovar su fuerza de voluntad mientras se orientaba en la ruta de su lápiz contra el papel.


- Ahora reconozco que es la tenacidad, la que te hace prevalecer.


En ese momento sentía que escudriñar tanto en si mismo le dejaba un repertorio inmenso de cosas las cuales reflexionar. Todas de algún modo aptas para la lectura y dignas para que fuesen escritas en aquellas horas de "encuentro consigo mismo". Cuando recordó su última sesion en la que se les dio las bases para este experimento, el repaso el término "Salud Mental" asociándolo con un estado dependiente; condicionado al cumplimiento de distintos factores los cuales no entendía, no era capaz de interpretarlo para hacer suyo el concepto y parece que tendría que esforzarse más pues había un límite en la retroalimentación que podía obtener de sus compañeros, mientras algunos lo veían como la meta al final del camino él no podía dejar de verlo como el mismísimo camino sin más ni menos:


- A veces fácil, otras veces difícil, a veces cuesta arriba y otras veces cuesta abajo.


Lo decía así pues como todo camino, llevaba consigo una importante premisa: recorrerlo, llevaría a algún lado.


- ¿Te digo cómo diferenciar el camino correcto?


- No tiene atajos ni trucos


- Tampoco tiene nada que temer o que envidiar a ningún otro.


- Es un camino de ida, pues nadie que lo recorre piensa alguna vez en retroceder, solo en avanzar...





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